La depresión, un mal curable

  La depresión es curable, sea cual sea su causa. Habrá muchos casos en los que necesitemos de ayuda más especializada pero por lo general  con ayuda psicológica se puede salir.        

En México la cifra de depresión en la población se estima alrededor de un 40%. El costo en términos económicos es alto, pero el costo en términos de sufrimiento es incalculable, porque los trastornos depresivos interfieren con el funcionamiento diario del paciente.

         Ellos causan dolor y sufrimiento no sólo a quienes los padecen sino también a sus seres queridos, porque aunque disimulemos, siempre habrá quien se de cuenta de nuestro dolor. La depresión severa puede destruir tanto la vida de la persona enferma como la de su familia. Sin embargo, en gran parte, este sufrimiento se puede evitar. 

        Por lo general las personas deprimidas no buscan tratamiento, aún cuando la gran mayoría (incluso quienes sufren de depresión severa) podría recibir ayuda. Gracias a años de investigación, hoy se sabe que ciertos medicamentos y psicoterapias son eficaces para la depresión. Estos tratamientos alivian el sufrimiento de la persona que la padece. 

        Desgraciadamente, muchas personas no saben que la depresión es una enfermedad tratable. Si tú, o un ser querido, sufre de depresión y no recibe tratamiento, esta información puede ayudarte a salvar tú vida o la de un ser querido.

LA DEPRESIÓN ES CURABLE CUANDO SE ATIENDE

Veamos algunas características de la depresión:

  • Estado de ánimo triste, ansioso o “vacío” casi siempre 
  • Sentimientos de desesperanza y pesimismo. 
  • Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo. 
  • Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la actividad sexual. 
  • Poca  energía, fatiga, agotamiento, sensación de estar “en cámara lenta.” 
  • Problemas para concentrarse, recordar y tomar decisiones. 
  • Insomnio, despertarse más temprano o dormir más de la cuenta. 
  • Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso. 
  • Pensamientos de muerte o suicidio.
  • Intentos de suicidio. 
  • Inquietud, irritabilidad. 
  • Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos.

        ¿Qué me ocasiona la depresión? Algunos tipos de depresión tienden a afectar miembros de la misma familia, lo cual sugeriría que se puede heredar una predisposición biológica. Esto parece darse en el caso del trastorno bipolar. Los estudios de familias con miembros que padecen del trastorno bipolar en cada generación, han encontrado que aquellos que se enferman tienen una constitución genética algo diferente de quienes no se enferman. 

        Sin embargo, no todos los que tienen la predisposición genética para el trastorno bipolar lo padecen. Al parecer, hay otros factores adicionales que contribuyen a que se desencadene la enfermedad: posiblemente tensiones en la vida, problemas de familia, trabajo o estudio. En algunas familias la depresión severa se presenta generación tras generación. Sin embargo, la depresión severa también puede afectar a personas que no tienen una historia familiar de depresión.

        Sea hereditario o no, el trastorno depresivo severo está a menudo asociado con cambios en las estructuras o funciones cerebrales. Las personas con poca autoestima se perciben a sí mismas y perciben al mundo en forma pesimista. Las personas con poca autoestima y que se abruman fácilmente por el estrés están predispuestas a la depresión. No se sabe con certeza si esto representa una predisposición psicológica o una etapa temprana de la enfermedad. 

EXISTEN FACTORES EXTERNOS QUE PUEDEN DESENCADENAR UNA DEPRESIÓN

        En los últimos años, la investigación científica ha demostrado que algunas enfermedades físicas pueden acarrear problemas mentales. Enfermedades tales como los accidentes cerebro-vasculares, los ataques del corazón, el cáncer, la enfermedad de Parkinson y los trastornos hormonales, pueden llevar a una enfermedad depresiva. 

        La persona enferma y deprimida se siente apática y sin deseos de atender a sus propias necesidades físicas, lo cual prolonga el período de recuperación. La pérdida de un ser querido, los problemas en una relación personal, los problemas económicos, o cualquier situación estresante en la vida (situaciones deseadas o no deseadas) también pueden precipitar un episodio depresivo. Las causas de los trastornos depresivos generalmente incluyen una combinación de factores genéticos, psicológicos y ambientales. Después del episodio inicial, otros episodios depresivos casi siempre son desencadenados por un estrés leve, e incluso pueden ocurrir sin que haya una situación de estrés.

¡Ánimo! solo necesitamos atrevernos a ser ayudados para que esta situación cambie y verán que tendremos resultados. 

cenyeliztli

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